La Deuda de la Medicina Tradicional
- Dra. Gloriana Gurdián
- 29 ago 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 ago 2022
Como primer post y para justificar el título de este artículo, creo que lo primero que corresponde hacer es presentarme. Mi nombre es Gloriana Gurdián, tengo 32 años, y he sido una apasionada por los estilos de vida saludable desde pequeña. En mi juventud interpreté que ese gusto por la salud era la razón y prueba por la que mi futuro era estudiar medicina. Y así fue. Durante mis años de carrera me dediqué a aprender cada síntoma, cada signo, cada enfermedad y cada fármaco. Miles de casos clínicos para identificar desde el punto de vista fisiológico lo que estaba fallando o lo que iba a fallar. Me gradué con muchísimos conocimientos teóricos de las enfermedades, con un diccionario mental de rápido acceso a los medicamentos más frecuentes, con la infaltable inocencia/arrogancia del médico joven quien cree domina la clínica, con mucha ilusión de iniciar mi vida profesional… pero de SALUD, no sabía nada.

Digo esto porque el sentir general en la educación médica tradicional, pese a que desde hace muchos años se sabe que no es su definición, es que la salud es “la ausencia de enfermedad”, y por esto se tiende a estudiar y aprender medicina desde la enfermedad. Se aprende cómo identificarla, una vez identificada saber qué la causa, conocer su evolución y ojalá saber su tratamiento para una cura definitiva. Este modelo ha servido durante muchos años. Las personas viven su vida ajenas a su salud y cuando algo va mal con su cuerpo, buscan al médico. El médico diagnostica, trata, y la vida continua hasta que aparezca el siguiente padecimiento. Sin embargo, las personas seguimos sin sentirnos 100% satisfechas ni realizadas con nuestra salud pese a no estar enfermos.
No es que esté mal tratar la enfermedad. Es que gracias a la ciencia y el esfuerzo de muchísimas generaciones, nuestros conocimientos sobre el ser humano han avanzado tanto, que tenemos ya las herramientas suficientes para cambiar el concepto tradicional de salud como ausencia de enfermedad, y actualizarlo al concepto tan amplio e integral que hoy sabemos es mucho más acertado.
Lo que define nuestro bienestar como humanos va mucho más allá que una enfermedad presente o ausente. Somos seres integrales, esto quiere decir que nuestra salud depende de factores físicos y biológicos si, pero también de factores emocionales, mentales, sociales y espirituales. Dentro de esos 6 factores, no hay uno que sea más importante que el otro, ninguno es prescindible y debemos ocuparnos de todos ellos para poder vivir en nuestro estado de salud ideal.
¿Sabes cuáles son los componentes de la salud integral?
Salud Física
Salud Mental
Salud Emocional
Salud Social
Salud Espiritual


Este es un hecho fundamental que debemos integrar en nuestra mente lo más pronto posible. Porque, así como los factores que determinan la salud son fundamentales, también lo son los actores y encargados de cada uno de ellos. El manejo de la salud no recae solo sobre el personal profesional, sino que es responsabilidad de cada uno. Somos los capitanes de nuestro cuerpo, mente y ambiente, y cuanto más pronto nos eduquemos y aprendamos lo que es el bienestar y salud integral, más pronto podremos definir el rumbo por el cual queremos llevar nuestras vidas.
Como médico, me gusta pensar que implementar una sociedad de personas empoderadas de su propio bienestar, nos abre la puerta a ejercer nuevos roles como guías, educadores y acompañantes, ahora más desde el proceso de prevención e implementación de estilos de vida saludables, que hasta la etapa tardía de manejo de las enfermedades. La relación médico paciente debe iniciar desde mucho antes que aparezca alguna enfermedad, y nuestro nuevo enfoque debería ser crear “equipos” de trabajo que desde etapas tempranas de la vida se dediquen a buscar la salud de manera integral, educando en salud física, brindando las herramientas para fortalecer la salud mental y emocional, y creando el ambiente social propicio para que todos podamos vivir plenamente sanos.
Así que espero que esta reflexión les sirva a ustedes como una invitación. Una invitación a despertar la curiosidad, el deseo de aprender y descubrir cosas nuevas. Porque la salud integral es un mundo enorme y en su mayor parte desconocido, que abarca muchísimas más cosas de las que nos imaginamos, y es el lugar donde se esconde el secreto a nuestro bienestar completo, a sentirnos bien no solo física sino también mental y espiritualmente. Es a lo que toda persona debería aspirar, y es a lo que como médico que quiere dejar atrás el modelo tradicional, me comprometo acercarlos cada día por medio de Kaizen Wellness.
Puedes ver los servicios disponibles haciendo click aquí. El mejor momento para iniciar un cambio es ahora.
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